Algunas leyendas y tradiciones de la antigüedad indican que las ofrendas que hicieron los Magos al niño dios salieron de la Cueva de los Tesoros de Adán y que Adán ordenó a su hijo Seth dárselas en persona a los Magos, aunque esta teoría no es recogida por ningún libro sagrado. La leyenda sigue diciendo que cuando los Magos llegaron a la ciudad de Belén, Herodes fué avisado sobre la visita de unos Magos, Reyes de Persia, que acababan de llegar a la ciudad y habían ido a hacerle ofrendas a un niño que acababa de nacer en las afueras de Belén. Sin embargo, en otro libro apócrifo del Nuevo Testamento, escrito por Ephrem Syrus en el año 306 A.D., titulado “La Cueva de los Tesoros de Adán y Eva”, podemos leer que los Magos que venían de Oriente a entregar al niño dios sus regalos eran solamente tres: Hor, Rey de Persia; Basantar, Rey de Saba y Karsundas, Rey de Saba Oriental. (Fuente: Los Primeros Magos, sus orígenes).
Diógenes Laercio en su tratado sobre Filosofía conocido como Vidas, recuerda que la Filosofía (Que es la ciencia de la Sabiduría) tuvo su origen entre los persas: "fueron los magos sus inventores entre los persas, los caldeos entre los asirios y babilonios, los gimnosofistas entre los indios; y entre los celtas y galos, los druidas, con los llamados semnoteos. Que Oco I fue fenicio; Zamolxis, tracio; y Atlante, líbico. Los egipcios dicen que Vuleano, hijo del Nilo, fue quien dio principio a la Filosofía, y que sus profesores eran. sacerdotes y profetas". (Fuente: Diógenes laercio. Vidas).
Los sacerdotes del mazdeísmo tomaron el nombre de magos. Y se dividían en:
heberds (discípulos), mobeds (maestros) y desturs-mobeds (perfectos maestros). Todos estaban sometidos a la dirección del archimago o gran
sacerdote, único que podía comentar y escoliar la doctrina de Zoroastro. (Fuente: Sacerdotes y Magos Persas).
Hay muchas referencias por parte de algunos
historiadores griegos acerca de los Magos y de la labor que desempeñaban en la
antigua Persia. Según nos cuenta Heródoto de Halicarnaso en “Historias”, los
orígenes de estos Magos se remontan a los tiempos del Rey de Media, Astíages,
reino que fué absorbido por el Imperio Aqueménida, Ciro II el Grande, en el año
550 antes de JC, de ahí que pueda haber alguna confusión y los Magos fueran
siempre considerados de origen persa y no de origen medo, como son realmente.
Sin embargo, los sacerdotes de los templos no tenían nada que ver
con los Magos. Los Magos en su mayor parte, eran los responsables de llevar a cabo
los sacrificios de animales en honor de los dioses, con el único el fin de
conseguir de ellos algún favor para el Rey. Por otro lado, los Magos adoraban el fuego y su filosofía de vida estaba basada en una especie de Justicia Divina tras la muerte; filosofía muy común por aquel entonces entre los sacerdotes de los
templos del antiguo Reino de Media/Persia, actual Irán.
Según Heródoto, los magos eran una de las seis
tribus de la Media. Parecen ser la casta sacerdotal de la
religión hoy conocida como zurvanismo, rama del zoroastrismo que tenía una gran
influencia en la corte de los emperadores medos.
La etimología de la palabra ya dice todo sobre
sus raíces, puesto que en el idioma persa antiguo la palabra “Mago” es
“magu”; en latín en singular se transformó en “magus” y en latín en plural en
“magi”, que significa realmente “seguidor de Zoroastro”, además de: “experto en
religión, en tradiciones orales y escritas e individuo perteneciente a una
etnia del antiguo Reino de Media que tuviera la facultad de leer las estrellas
y de adivinar el futuro”. (Fuente: Los Primeros Magos).
Y continúa diciendo Diógenes, en su tratado de Filosofía: "Desde
los magos (el primero de los cuales
fue Zoroastro, persa) hasta la destrucción de Troya pasaron cinco mil años". (Diógenes Laercio. Vidas).
Debido al misterio que rodea a este antiguo Magu, algunos historiadores opinan que Zoroastro no era el nombre de este profeta, sino más bien, un título religioso. Y Diógenes Laercio asegura que: "a
Zoroastro sucedieron continuadamente,
otros muchos magos, a saber: Ostanas,
Astrapsicos, Gobrias y Pazatas, hasta la destrucción de Persia por Alejandro".
La Religión de Zaratustra o Zoroastro
El personaje iranio Zaratustra
(Zoroastro, Irán 628 a.C.-551 a.C.), cuyo nombre de
familia era Spitama, es con toda probabilidad histórico. Fundó el zoroastrismo
o mazdeísmo, cuyos discípulos en la
India son llamados parsi.
Según la tradición irania vivió 258 años antes de la llegada de Alejandro Magno
a Irán (330 a.C.).
Es muy probable que fuese súbdito del rey Vistaza,
dominador de una serie de pueblos que cubrían desde el mar caspio y el Aral,
hasta la parte norte del Beluchistán.
En realidad, no se conoce su patria verdadera. Se le supone chino por parte de
los guebros, refugiados en las Indias
y descendiente de parientes pobres. Parece ser que el Zaratustra histórico fue propietario de personas y animales y vivió en un
medio seminómada y pastoril.
Hegel da su versión de la figura de Zaratustra en una de sus obras:
La autenticidad de los
libros de Zoroastro ha sido atacada con frecuencia. Es admirable, sin duda, que
un pueblo tan pequeño (el pueblo zenda) haya guardado los libros de un hombre,
cuya época ni siquiera podemos indicar. Pero su autenticidad está probada por
su propio contenido y por todo lo que sabemos sobre los magos. La religión de
la luz, cuyas doctrinas están contenidas en estos libros del Zend-Avesta, ha
sido indudablemente, la religión de los antiguos persas, aunque no en la forma
misma del Zend-Avesta".
Se dice que Zaratustra
tuvo una visión de Ahura Mazda, el
Señor de la Sabiduría
(o Señor Sabio) y recibió de él la misión de la predicación de la verdad y lo
inminente de su reinado. Ahura Mazda
era el Señor del fuego, de la luz y de la verdad integral. Rechazó a los
partidarios de Mithras y a su cruel culto y a los partidarios de la vida
nómada. Enseñó que Ahura Mazda era el
más grande de los dioses, el único digno de adoración, de entre una gran
variedad de otras divinidades. Predicó en Irán oriental. Postuló una reforma de
tipo religioso con tendencia hacia el monoteísmo (s. X o VI a.C.). Es el
reformador de la religión de los antiguos persas.
Parece ser que Zaratustra tuvo como protector a un
rey, el persa Teipses (circa 675-640
a.C.) o a un gobernador anterior. Algunos estudiosos han
indicado que Zoroastro tiene el significado de «el hombre de los camellos
viejos». Zaratustra empezó a
predicar y escribió en relación a sus experiencias religiosas.
Zaratustra
consideraba la existencia como la realización progresiva de un plan divino y
predijo el cumplimiento definitivo de dicho plan en una consumación de gloria, a
partir de la cual todas las cosas acabarían siendo perfectas para siempre.
Los puntos fundamentales de la doctrina de Zaratustra son: la repulsa de los
sacrificios cruentos, el rechazo del ahoma
(una bebida sagrada que producía la embriaguez, y a través de la cual el fiel
suponía liberarse de su condición humana y llegar a los dioses. Zaratustra sustituyó el consumo de ahoma por los ritos del fuego. Se trata de una espiritualización de antiguas
creencias iranias.
Una cuestión que se debate en la actualidad es si la
religión de Zaratustra se transmitió
por lo llamados Magos, una especie de sacerdocio mediador, de expertos en
rituales y quizás, de origen medo. Sin embargo, no parecen haber constituido una
casta, como sí sucedió con los brahmanes en la India.
Zaratustra fue,
entre los fundadores de grandes religiones, el que inició su camino como
sacerdote de una religión más antigua, la religión de los iranios. Hay una
leyenda, según la cual al cumplir veinte años Zaratustra empezó una vida errante
frecuentando a visionarios y profetas. Durante un tiempo tuvo visiones e
iluminaciones, en las que oía y veía al gran dios Ahura Mazda, rodeado de otras seis figuras de luz radiante.
Predicaba tanto a hombres como a mujeres, a pobres o a
ricos, a ignorantes o a cultos. Ofrecía el don de una inmortalidad de gozo a
todo aquel que se convertía a su mensaje. En la tradición religiosa, tal
privilegio estaba reservado a los príncipes, guerreros y sacerdotes, lo que le
granjeó la enemistad de estos estamentos.
Todo lo que concierne a los primeros tiempos de la historia
del zoroastrismo es todavía un misterio. Es plausible creer que durante los
primeros mil años de su existencia la nueva fe se expandió por las regiones del
noreste y el este de Irán; penetró en la parte occidental del país, que había
sido ocupada por los medos en el norte y por los persas en el sur. En el siglo
VII a.C. los sacerdotes herederos del Irán occidental (los magos) ya se habían
convertido al zoroastrismo.
La dinastía aqueménida real tenía numerosos
seguidores de Zaratustra al inicio
del siglo VI a.C. Parece ser que Ciro el Grande, el monarca persa que fundó el
primer imperio iranio en 549 a.C.
fue zoroástrico. Con absoluta certeza por parte de los historiadores, el
zoroastrismo se convirtió tanto en la religión de la casa real, como en la
religión oficial de todo Irán. Esta situación prevaleció durante los dos siglos
que existió el imperio aqueménida. El zoroastrismo siguió su desarrollo incluso
cuando Alejandro Magno conquisto dicho imperio entre los años 334 y 331 a.C. Durante los
ochocientos años del segundo (el parto o arsácida) y tercer imperio (el
sasánida) iranios; desde el siglo II a.C. hasta el siglo VII d.C. el
zoroastrismo volvió a ser religión del Estado.
El impacto y
repercusiones del zoroastrismo han sido y siguen siendo enormes. Siglos antes
de Jesucristo las enseñanzas del zoroastrismo tuvieron amplia aceptación. Tuvo
una amplia influencia sobre el pueblo judío y aún más, sobre los primeros
cristianos y por lo tanto, sobre la cosmovisión de lo que a lo largo de los
siglos acabó convirtiéndose en la civilización europea.
Zaratustra era un
sacerdote de la tradición religiosa. Se dice que era muy pobre y que apeló a
Ahura Mazda en los Gathas (las escrituras mazdeístas), para que le ofreciera su ayuda. Pero más tarde, a raíz
de la difusión del Mazdeísmo, a Zaratustra
se le brindaron toda clase de honores; dejó de ser pobre y acabó casándose con
una mujer de una poderosa familia, alcanzando la prosperidad. Se le consideraba
un profeta que prometía la transformación completa de la existencia.
Los Gathas presentan a Zaratustra como miembro de una familia
de guerreros sin muchos recursos; como sacerdote en lucha con la mayoría de sus
coetáneos, como un reformador religioso.
Al igual que sucederá con Jesucristo, circulaban historias
maravillosas entre los fieles, sobre su vida y su obra; sobre su nacimientos y
los acontecimientos anteriores a éste. A la edad de veinte años optó por el
retiro y la meditación; y a los treinta (edad similar a la de Jesucristo), en la
orilla del río Daitya, tuvo una revelación de la divinidad.
Se consideraba que la simiente de Zaratustra nunca había desaparecido. Se haya en el lago Kasaoya de
donde nació el redentor que es la encarnación de Asha y nació de una virgen. El
redentor es un ser divino que tiene cuerpo y vida humana.
ZARATUSTRA MITOLÓGICO
Se suponía que su
padre tenía por nombre Espintaman y
su madre Dodo. Otros opinan que Zaratustra nació en Media. Varios
consideran su origen en Judea. Algún erudito sostiene que su patria fue Persia
y que su doctrina está imbuida de judaísmo; derivada de las relaciones que
mantenía con un profeta judío. Hay quien sostiene que dicho profeta era Elías;
otros Esdras. Sin embargo, Elías es anterior a Zaratustra y Esdras, muy posterior. La opción más plausible es que tuvo
contacto con el profeta Daniel.
Fue en el
Aberdijan o antigua Media, donde Zaratustra
se persuade de que un reformador religioso debe iniciar proponiendo
un modo de vida extraordinario. Zaratustra
se retira a una caverna oscura y se dedica a la contemplación. Compuso un libro
célebre que compendia toda su doctrina: el Zend-Avesta.
Zend significa fuego y Avesta el lugar donde el fuego penetra.
Así indica que su libro es un brasero ardiente, que inflama los corazones de
los creyentes con el amor divino.
En ese momento
reina en Persia el rey Darío. Darío llevaba ya treinta y un años de reinado,
cuando Zaratustra consideró que el
medio más provechoso de ganarse al pueblo era la conversión del monarca; con cuyo propósito entró a su corte. Darío le exigió que probase su credo con milagros, y a continuación
Zaratustra despliega sus milagros: toca el fuego sin quemarse y
hace crecer un ciprés. Darío parece dispuesto a seguir sus creencias y
doctrina. Sin embargo, los magos de la corte acusaron a Zaratustra ante el rey de que estaba entregado a la magia. Darío
mandó apresar a Zaratustra pero éste provocó una parálisis al mejor de los
caballos del rey para después, ofrecer su curación siempre que Darío y toda su
familia abrazase su doctrina.
La leyenda cuenta que Darío
le pide a Zaratustra cuatro dones: poder subir y descender del cielo; portar un conocimiento
de lo que hace Dios en ese momento y de lo que hará en el futuro, y el don de ser
inmortal; conseguir la invulnerabilidad. Zaratustra sostiene que estas
peticiones son contrarias al Ser Supremo; sin embargo, distribuye estos cuatro
dones entre personas diferentes; el primero de ellos para el rey Darío.
La conversión del
monarca supuso la conversión de sus vasallos y Zaratustra pasa a ostentar una
autoridad ilimitada en materia de religión. Intentó convencer al rey de los
escitas orientales Argiaspe para que abrazase su credo; no consiguiéndolo
inclinó a Darío a que le obligase por la fuerza. Argiaspe invadió la Bactriana derrotando a
las tropas de Darío y matando a Zaratustra, junto con unos ochenta mil
sacerdotes miembros de su iglesia patriarcal, y destruyendo todos los templos de la
provincia.
Cuenta la leyenda que cuando la madre
de Zaratustra está a punto de darle a luz, son consultados varios adivinos. Estos contestaron que el niño sería algún día "la luz del mundo"; se vería expuesto a
persecuciones, pero que el socorro de Dios le haría triunfar sobre todos sus
enemigos.
El emperador de la China temió que con los años
le usurpase la corona, por ello mandó que le degollaran en el momento de nacer
pero Zaratustra escapa milagrosamente de sus asesinos; un claro paralelismo de la
matanza bíblica perpetrada por Herodes. Zaratustra, con el fin de escapar de
varias de estas persecuciones, se refugió en Persia con sus padres, donde se
dedicó a la contemplación.
Continúa la leyenda, cierto día que el
profeta Zaratustra caminaba absorto en sus profundas cavilaciones por un valle
solitario, se le apareció un ángel, le saludó y le dio el título de «amigo de
Dios». Zaratustra buscaba los medios de reformar al hombre y sostenía que sólo
Dios podría indicarle el camino. Zaratustra pregunta al ángel quién le
conducirá al trono del Ser Supremo. El ángel se ofrece a ello y Zaratustra se
encontró en los cielos en presencia del Eterno, a quien vio rodeado de
turbulencia y de fuego. Dios le descubre los más importantes secretos de la
existencia y le otorga el Zend-Avesta, compendio de toda la religión mazdeísta.
Zaratustra es
expuesto a las tentaciones del espíritu maligno pero el profeta se opone férreamente
a los ataque de este espíritu y triunfa finalmente sobre los ardides del
demonio a semejanza de lo que siglos después realizaría Jesús con las
tentaciones de Satanás en el desierto. Sus seguidores creyeron que fue
arrebatado en vida por el rayo y situado en el panteón de los dioses. (Extractos de Zaratustra Histórico y Zaratustra Mitológico. hotusa.org).
Los Reyes Magos, que siguieron la estrella hacia Occidente, lo hicieron guiados por una profecía anunciada por su maestro, desde hacía siglos. Estos Tres Reyes Magos eran zoroastristas.
La leyenda cuenta que también Zoroastro nació de una virgen y estuvo rodeado de milagros. El primero fue que no lloró al nacer: se echó a reír. Un mago malvado quiso rebanarlo, como hizo Herodes con los niños de Belén, pero el cuchillo se convirtió en una pluma que le hizo cosquillas. Arrojaron el bebé al fuego, pero las llamas se volvieron pétalos. Lo dejaron entre una manada de lobos y estos lo llevaron con unas ovejas para que lo amamantaran.
La estrella aparecerá de nuevo, como el mismo astro rey, en Oriente, pues según la segunda profecía de Zoroastro, será otra vez en Persia donde nacerá el último Salvador: el Shah Bahram.
Otra de las profecías de Zaratustra afirma: "De acuerdo a la profecía de Zoroastro, la naturaleza humana era brillante y moral, sin embargo, Ahrimán quería destruirlo todo. Por tanto, un mundo del bien y el mal vino a existir y la humanidad tuvo que escoger entre los dos. Después de la muerte física, el alma irá a través de un puente. Las almas buenas irán al cielo; las almas malas irán al infierno. Durante la batalla, un alma purificada se disolverá en el nuevo mundo". (Fuente: Del Bien y del Mal. Sobre una Profecía persa).
1 comentario:
Magnífico tratado del origen de los Magos y de la legendaria vida y obra de Zoroastro. Hay que ver cuantas cosas hay ocultas! Buenisimo!
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