viernes, septiembre 26, 2014

El extraño atractor. El oráculo como energia en estado latente.




Todo lo que existe proviene del espacio, del espacio vacio. Todo lo que existe ha existido primero como potencial, como energia en estado latente. Energia no manifestada.

Ese espacio vacio es lo que los fisicos cuanticos actualmente denominan el campo cuantico, el campo de todas las posibilidades. En ese campo cuantico está todo lo que es y lo que todavía no ha sido, lo que puede llegar a ser. Ese campo cuantico es el Caos en estado puro.

El caos no es lo opuesto al cosmos, como nos han hecho creer. El cosmos es la totalidad de la vida y sus leyes, el cosmos es el Todo. Y dentro de esa totalidad nosotros somos. Formamos parte integrante de esa totalidad, sin posibilidad de separación; puesto que nada existe que no este contenido en esa totalidad.

El caos tampoco está separado de esa totalidad, forma parte integrante, al igual que nosotros, de todo lo que existe; esa parte de la totalidad desde la cual, el Cosmos genera todo lo que hay. El caos pues, es el campo cuantico, la energia potencial de la existencia, energia sin forma.

Aquello que esta contenido en el campo cuantico puede salir de alli, como potencial, en estado latente, esto es lo que sucede con los oráculos; los oráculos son potencial en estado latente, energía que ha salido del campo cuántico y está buscando el factor atrayente para manifestarse en la materia. Suena como una teoria de la fisica cuántica, y podria serlo.

Los oráculos (las predicciones, vaticinios, augurios, auspicios…), son esa parte de la energia que emergió del campo de todas las posibilidades, y se encuentran en un estado intermedio, el estado latente; al hacerse conocidas están mostrando cierta cualidad, la necesidad de hacerse manifiestas; están buscando su factor atrayente, o extraño atractor. ¿Cuál podría ser el extraño factor capaz de manifestar una energia tan volátil y sutil como un oráculo?

En el universo existen leyes, que funcionan con precisión para todos los elementos y partes constituyentes de la naturaleza. Estas leyes mueven fuerzas originales de la creación, fuerzas que nos constituyen y nos implican a todos y a todo lo que existe en la creación.

La intención y la voluntad son formas de esas fuerzas. En las culturas orientales, estas fuerzas tienen nombres como prana, Chi, Ki. En occidente la hemos denominado con otros nombres, tales como Aliento de Vida, o energía vital. Esta fuerza vital actúa en todas las actividades de la vida como su combustible, es lo que pone en marcha todos los procesos de creación, desarrollo y evolución de todas las formas de la Vida. Y esto incluye, por supuesto, un oráculo.

La energía de Vida dota al oráculo de una cualidad vital. El oráculo se manifiesta como potencial y luego, como creación; porque es parte de la energia de la Vida, del Aliento Vital, de esa sabiduría que todo lo impregna. El oráculo está vivo. Y en virtud de esta cualidad, puede también manifestarse como un ser, un ser inteligente.

Asi pues, ¿cómo puede esa energia potencial del oráculo, que ha saltado desde el campo de todas las posibilidades, salir del estado latente y convertirse en manifestación? Este es un proceso alquímico y transformador que va guiado por una Voluntad ajena a la humana, podríamos llamarla divina; y es invocado desde la intención humana. Nada más…

Y nada menos… pues estas fuerzas deben reunirse y actuar juntas para que la manifestación sea completa. La Voluntad sin la intención es simple inspiración. Y la intención sin la Voluntad es estéril. La una es amiga de la otra, como dos niñas que van de la mano.

(Este texto es una intuición filosofica de la autora y está en constante revisión y crecimiento).

si te ha gustado este post compártelo y deja tu comentario. Gracias por tu visita.